HAY QUIENES DICEN QUE ESTOS 144000 SON DE LAS DOCE TRIBUS DE ISRAEL. POR OTRO LADO. HAY QUIENES OPINAN QUE DIOS RECHAZÓ A ISRAEL, Y QUE EL ESCOGIÓ A GENTE DE LAS NACIONES PARA QUE FORMEN EL ISRAEL DE DIOS.
Puede que ambas opiniones tengan en parte la razón. Por ejemplo, Dios le dijo a Abraán. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Génesis 22: 18. Observe esta declaración del apóstol Pedro: [...]En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. (Hechos 10: 34, 35). Debido a la promesa a Abraán con relación a su simiente, Dios les extendió a los Judíos naturales, la primera invitación. Cuando Jesús envió sus discípulos a predicar, les ordenó: [...] Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Mateo 10: 5,6). Veamos también (Romanos 1: 16) que dice: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Aunque Dios avía hecho un pacto exclusivo con Israel. (éxodo 31: 16,17; salmos 147: 19, 20). No fue exclusivo con ellos en el caso del nuevo pacto.(Jeremías 31: 31-33; Lucas 22: 20). Recuerde que
Jesús refiriéndose a los gentiles dijo a sus discípulos: También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. (Juan 10: 16). En este nuevo pacto, Dios permite que gente de las naciones ocupen la misma posición privilegiada que tienen los Judíos naturales que ejercen fe en el sacrificio de Jesús. Es cierto que los Judíos del tiempo de Jesús en su mayoría fueron rechazados por Dios, sin embargo en Romanos 9: 27, el apóstol Pablo dijo: También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo. Observe también lo que aseguró el apóstol Pablo en Romanos 11: 1. El dijo: Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. Quizás usted objete diciendo: ¡Los Judíos mataron a Jesús y por eso Dios los rechazó! Sin embargo, en Romanos 11: 2-5 Pablo continuó diciendo: No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Solo fueron rechazados, los israelitas que no pusieron fe en Jesús. En el versículo 11 Pablo continúa diciendo: ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos. No olvidemos que los Judíos que ponen fe en Jesús, nos llevan ventajas a nosotros que somos de las naciones. Note lo que Pablo dijo: Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. (Romanos 11: 28). En Romanos 3: 1-4 Pablo escribió: ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera. También Romanos 9: 3-5 Pablo dijo al respecto: (.....) los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo. En la Biblia se muestra que los 144000, son el reino de sacerdotes que Jehová prometio que saldría de Israel. Comparece con (Éxodo 19: 5,6) (Lucas 22: 28-30) y (Apocalipsis 20: 6). Sin embargo, Dios en su infinita misericordia, ha injertado en estos 144000 de las doce tribus de Israel, personas de las naciones para que juntos con el Israel natural lleguen a ser israelitas espirituales. Comparece con Romanos 11: 17-24. Veamos en Romanos 11: 25 lo que dice Pablo: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. En el siglo primero, a los cristianos se les consideraba miembros de las doce tribus de Israel, sean estos israelitas o no. Veamos un ejemplo en Santiago 1: 1 que dice: Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. También Pablo dijo en Romanos 2: 28,29 lo siguiente: Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu. Observe también lo que dijo en Gálatas 3: 28,29. Ya no hay judío ni griego. (......) porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa. Tenemos razones bien fundadas de que Jehová ha injertado en estos 144000, de las doce tribus de Israel, personas de las naciones para que completen el número, para que juntos con el Israel natural lleguen a ser israelitas espirituales. Además, estos 144000 son seleccionados de entre los cristianos como primicias. Apocalipsis 14:4 dice: (......)Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. Cualquier cristiano puede ser miembro de este grupo, usted o yo, este o aquel. Jehová hace la selección . En Apocalipsis 20: 6 se muestra que la selección es como sacarse un premio, y no depende de nadie sino de Dios quien escoge. Juan dice: Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
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